Aquí estoy con mi
vestido azul, y todo preparado para mi fiesta de cumpleaños, qué ilusión y qué incertidumbre
sobre lo que me ocurrirá cuando sea un año mayor, y así cada año, seguiré
cumpliendo otro año, pero todo será distinto, ya no tendré esa cara de
inocencia, y a la vez ese afán por saberlo todo, por conocerlo todo. Las
personas crecen, es ley de vida, y yo creceré y me convertiré en la mujer más
guapa e inteligente sobre la faz de la Tierra. Estoy desconcertada por lo que
me deparará el futuro, será bueno o malo, positivo o negativo, nunca nada será
negativo a partir de ahora. Parece que todo está preparado para mi fiesta de
cumpleaños, y todos van a venir, y así tienen que ser las demás fiestas de
cumpleaños, un acontecimiento irrepetible que sólo ocurre una vez al año, y que
cada vez que ocurre soy un año mayor. Estudiaré Primaria, ESO, Bachillerato, y
llegaré a elegir la carrera universitaria que más me guste porque la nota media
de Selectividad será muy alta. Podré ser médico, o ingeniero aeronáutico, o
ingeniero de telecomunicaciones, o ingeniero genético, trabajar en la NASA o en
el CSIC, quién sabe lo que me deparará el futuro. Hay quien dice que nuestro
futuro ya está escrito, a través de los astros pueden saber nuestra carta
astral y así predecir nuestro futuro, pues aquí estoy yo con mi vestido azul.
Mi
Paraíso soñado
A mí me gustaría estar
en un lugar maravilloso donde las olas del mar golpearan contra la costa y a la
sombra de las palmeras me sentiría como el hombre más feliz del mundo, rodeado
de mujeres, pero al mariscal sulfuroso nunca le gustó esto. Me gustaría estar
en una isla paradisíaca donde no hubiera peligro de Tsunamis, y donde las
mujeres de la isla estuvieran a mi servicio, dándome aire con un paipay, y
ofreciéndome bebidas alcohólicas de todas las clases, cócteles imposibles,
aunque me cansaría todo el día sin hacer nada, y trabajaría en la isla de
pescador echando mis redes al mar y consiguiendo mi propia comida. Que allí hay
un pescado riquísimo y muy fácil de conseguir, basta con tener una cierta
pericia con las redes de pesca y tener suerte, puedes pescar la barracuda, que
es el pescado más grande que puedes encontrar en las aguas tranquilas de esta
isla del Caribe. Me gustaría gozar de una temperatura de 20 grados todo el año,
que no lloviera ni nevara, ni que granizara. El único granizo que tendría que
conocer es el granizado de limón. Me gustaría estar alojado en un Hotel, en el
que tuviera la opción de bañarme en la piscina, piscina climatizada, de tal
forma que si hace mal tiempo tú puedes bañarte sin problemas a una temperatura
de 20 grados. También me gustaría hacer submarinismo e investigar los fondos
marinos.
Mi Profe ideal
Mi profesor ideal es un
profesor que tuve, que nos daba casi todas las asignaturas y explicaba muy bien
todas las asignaturas, menos las Matemáticas. Era nuestro tutor y siempre que
le preguntabas, él te respondía amablemente. Era bueno con los alumnos y a la
vez era nuestro amigo, ya que nos acompañó en el viaje de fin de curso. En este
viaje iban dos profesores y el padre de un alumno, fue la experiencia más
maravillosa que jamás he tenido. El profesor, era exigente, porque un profesor
que no sea exigente no sería un buen profesor, ya que tiene que ser exigente y
transigente a la vez. Era nuestro profesor de dibujo, y nos mandaba hacer gamas
de colores con témperas y exigía bastante en la presentación del dibujo, pero
al final aprobabas, bueno en realidad yo sacaba muy buenas notas porque tenía
enchufe con el tutor y el resto de los profesores. Sin embargo, no me gustaba
que se notara que ningún profesor tenía trato de favor con sus alumnos. No es mejor profesor el que más aprueba sino con el que más
aprendes, y con este profesor aprendí, aparte de sacar buenas notas, aprendí a
ser mejor persona, aprendí una serie de valores que ningún profesor me había
inculcado.